KAILANI GARCÍA-DELGADO
Maestra de swing, cofundadora de bsf y bailonga de la vida
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Baila Swing Fin: ¿Cómo te definirías en pocas palabras?
Kailani: ¿Esa no me la puedo saltar? (ja ja ja risas). ¡Esta es la más difícil, la primera! Quiero el comodín del público.
BSF ¿Cuándo y dónde empezaste a bailar?, ¿Cómo llegó el swing a tu vida?
Desde 2005 he bailado un montón de cosas: Bailes regionales, ballet, salsa, bollywood, latino moderno.. Al llegar a Granada me apunté a clases de flamenco, rumba… Allí conocí a mi amiga Malin que años después me habló del lindy. Lo conocí a través de ella. Unas navidades me fui a ver a mi amiga a Suecia. Justo fue el año que hicieron el primer Snowball,el festival de invierno que hacen en Estocolmo. Yo no tenía ni idea de lindy, no lo había bailado ni visto en la vida… ¡Y me flipó!. En ese festival había clases para músicos además de las de baile, y yo me sentía como en la peli de Fama. Entre clase y clase te cruzabas con gente que subía las escaleras con el contrabajo, los músicos (…). Eso era por el 2005. Todavía no había mucho lindy en España. Fui a varias ediciones del Barswingona, en Barcelona, y entre medias seguía bailando otras cosas. Hasta que un año vino Enrico de Italia y dio las primeras clases de lindy en Granada. Allí coincidimos Patricio, Margarita, Cuca… Ese fue el germen de Baila Swing Fin (esta entrevista es historia viva!). Estuvimos ese curso bailando. Luego ese verano se hizo el Festival de Monachil. Dijimos por el micro que quien quisiera aprender a bailar se apuntase y salieron unas 30 personas. Ese fue el origen de la asociación.
BSF. ¿Qué soñabas con ser de mayor cuando eras pequeña?
K. Nunca he tenido nada claro básicamente. Me crie en un ambiente bastante hippie en el que no te marcaban. Nunca he tenido una vocación clara.
BSF. Además de bailar, ¿qué otros placeres disfrutas en el día a día?
K. Me encanta leer, leo bastante. Me gusta salir en bicicleta, alrededor de Dílar lo tengo facilito. Antes buceaba, hice algo de snowboard, pero el swing se ha impuesto.
BSF. ¿Qué consejo darías a los Lindy Hoppers de Baila Swing Fin para mejorar su baile?
K. Pues lo que decimos siempre en las clases: que para bailar bien hay que salir a bailar, que eso todo el mundo lo hace, así que en eso no hay problema. Ir a clase, que eso también lo suele hacer todo el mundo. Y en tercer lugar hay que practicar, que para bailar bien hay que practicar (¿y cómo lo hacías antes de que se pudiesen grabar las clases?). Recuerdo en el Barswingona mi móvil ya grababa. Ahora lo he intentado ver y se ve un cuadradito (risas!). Voy con mi cuaderno. Es que a mí me gustan las clases, me flipan. Lo del cuaderno es porque me gusta mucho dar clase y he aprendido mucho de lo que me han ido enseñando. Incluso ahora miro notas que tomé en algún curso y más allá de los vídeos hay muchas cosas que comentan los profes.
Y luego, mucho solo jazz. Hay que bailar solo. El lindy tiene la conexión, pero luego cada uno tiene que cuidar su ritmo, su baile. Hay gente a la que le da pereza, pero si te gusta bailar, esto es lo que te da las herramientas y la libertad para poder hacer que no sea algo mecánico.
BSF. ¿Cuál es el secreto para ser una super follower?
K. La gente que llega a ese nivelazo es gente que ha aprendido a seguir muy bien las indicaciones que le están dando, pero luego es capaz de meter ahí todo lo que pueda. Está muy relacionado con el solo jazz: a la vez que estás jugando con tu pareja, metes lo que tú sabes. Para mí ese es el objetivo. Todos los hacemos en algún momento, pero las follower, ahí lo tenemos que dar todo. Y un súper leader, dar espacio a la follower.
BSF. ¿A qué coreografía le tienes un cariño especial?, ¿Por qué?
K. La que hicimos Mario Plastilinas y yo para el 100 aniversario de la Biblioteca de El Salón (no os perdáis el vídeo aquí). Fue super chulo aprender que aquello fue un salón de baile (os regalamos un artículo con más información sobre esto). La coreo la creamos Mario y yo para nuestros alumnos, y luego se sumó mucha gente. Se lo curraron un montón y creo que nos quedó muy chula así que le tengo un especial cariño.
BSF. ¿Si la vida fuera una coreografía, cuál te gustaría que fuese?
K. Yo diría que la Trickeration. Tiene su punto de desafío y sobre todo tiene mucho ritmo.
BSF. ¿Cuál es tu mejor recuerdo de tu tiempo como presidenta de Baila Swing Fin?
K. Fui presidenta como lo podría haber sido cualquiera de los que nos juntamos ese día en mi casa: éramos Patricio, Cuca, Margarita y yo. Queríamos crear la asociación y había que nombrar los cargos.
Sí que recuerdo de esa época como muy chula la respuesta de la gente. Fue una época muy bonita, con mucha participación. Nuestra idea era enseñar lo poquito que sabíamos, y que las cuotas de la asociación sirvieran para traer a gente de fuera para aprender todos más. En el primer taller que organizamos, después de las clases y el tapeo, teníamos el baile social. Los profes nos entretuvimos un poco, y cuando entramos en el Chicago ¡todo el mundo estaba bailando! Y eso me emocionó mucho. Estaba todo el mundo empezando, no tenían referencias de otros bailarines, y por eso mismo no se comparaban con nadie, simplemente estaban disfrutando de bailar.
BSF. Teniendo en cuenta tu visión de muchos sitios ¿Qué sabor tiene la escena swing de Granada”?
K. Pues yo creo que está muy bien. Incluso después de este parón que ha habido la gente sigue ahí con ganas. Y no es solo la cantidad de bailarines, sino la calidad. Hay gente que baila muy bien en Granada.
Además, que haya gente que mantenga Baila Swing Fin me parece súper importante. Que haya ese relevo y esas ganas de hacer algo que unifique, que esté al margen de las distintas escuelas.
BFS. ¿Qué tipo de música escuchas en la ducha?
K. En la época más intensa de dar clases dejé de escuchar música porque tenía esa parte muy saturada. Pero con el confinamiento, poquito a poco he empezado a escuchar otra vez. Lo que más escucho es swing y pop. He retomado el flamenco hace poquito.
BSF. ¿Si fueras un paso de Swing, cuál serías?? 🙂 🙂 🙂 🙂
K. El Shortie George (esto nos da para risas sobre cómo nos sentimos con ese paso).
BSF. Si pudieras quedarte con un momento especial que hayas vivido bailando, ¿cuál sería?
K. Al principio, me pasaba en las clases que cuando ya “controlabas” lo que te habían enseñado y conseguías una buena conexión con tu pareja, se me ponía la piel de gallina es una conexión muy potente. Había perdido esa sensación, pero de golpe en un intensivo con Isa y Víctor me volvió a pasar y fue genial.
BSF. Pregunta regalo del anterior invitado: ¿Cuál es tu video-clip de baile preferido y por qué? (pregunta regalo de Kelly)
K. Esa es difícil porque yo soy muy freaky. He mirado muchos, muchos y el clasicazo es el Hellzapoppin’. Es una pasada. Pero luego veo muchos. Durante mucho tiempo mi pareja favorita han sido Sharon Davis y Juan Villafañe, hay varios suyos que me flipan.
BSF. Pregunta regalo del anterior invitado: ¿por qué te había dado tan fuerte con los jazz steps? (pregunta regalo de Jaime Párrizas)
K. En mi primer festival tuve a un profe increíble y los disfruté mucho. Tuve que darlo todo. Había gente muy pro recibiendo las clases también. Y claro, si te gusta bailar y te gusta el swing, no te pueden no gustar los jazz steps.
Cuando vi mi primer Shim Sham, allí en el Snowball, ver a todo el mundo, toda la sala haciendo lo mismo, yo decía: yo quiero hacerlo!
BSF. Pregunta regalo para la próxima invitada: ¿Qué le preguntarías a la próxima invitada?
K. ¿Qué artista fuiste en otra vida, en otra reencarnación?